📉📈 5 gráficos del 2021 para entender la política española de 2022
Tendencias electorales, tranferencias de voto y valoración de líderes, con datos de encuestas y PRECISA.
👋 Hey, ¿cómo va eso?
Mi nombre es Endika Nuñez y en esta newsletter, La Review, compartiré contigo un análisis semanal de la actualidad a partir de los datos.
Esta semana hablaremos de las tendencias electorales en España.
¿Por qué este tema? La idea es hacer balance del último año. Veremos cómo han evolucionado las encuestas, cómo se han movido los votantes de un partido a otro y sentaremos las bases para analizar el próximo ciclo electoral.
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💡Spotlight: “Comienza un nuevo ciclo electoral”
Aunque parezca “de locos”, el 2021 se ha caracterizado por la estabilidad política. El Gobierno ha podido sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2022, ha sobrevivido a varias crisis de gobierno —incluyendo la remodelación de casi la mitad del Consejo de Ministras—, no se ha desgastado en exceso con la mayor pandemia del último siglo y ha sabido contener los “derechazos” de la oposición.
Así termina el 2021. Un año que se caracteriza por las altas tasas de desafección y cambios significativos a la hora de percibir la política.
Una clave: A pesar de todas las convulsiones políticas, económicas o sociosanitarias, las tendencias electorales no se han movido demasiado.
Una advertencia: Hay corrientes de fondo que apuntan a un nuevo ciclo electoral que podría dominar la derecha. La victoria aplastante de Isabel D. Ayuso en Madrid ha conseguido ampliar la brecha estatal y autonómica entre bloques ideológicos, y, lo que es más importante, ha apuntalado una narrativa que les favorece de cara a 2023.
¿2023? Sí, efectivamente, es año electoral. La derecha ha sabido jugar bien con los adelantos electorales en Castilla y León y Andalucía, donde se espera un gran resultado del Partido Popular en ambas regiones, lo que significa:
El liderazgo de Pablo Casado se fortalece y apacigua las corrientes internas.
Sirve de trampolín para 2023, que llegará en un buen momento de forma habiendo ganado 3 elecciones consecutivas —según apuntan todas las encuestas. Además, en 2022 —por cómo están distribuidas las elecciones— se hablará mucho de las victorias del PP.
Según el promedio de encuestas [puedes ver el interactivo actualizado diariamente aquí], el bloque de la derecha está cerca del 47% de los votos mientras que la izquierda no supera el 40%. En mayo de este mismo año, eran 4 puntos porcentuales los que separaban a ambos bloques (45% vs. 41%), pero a raíz de las elecciones madrileñas, esa diferencia se ha ensanchado hasta los 7 puntos.
Un recordatorio: En las elecciones generales de 2015, 2016 y en las dos convocatorias de 2019 los bloques empataron con el 43% de los votos.
Si nos fijamos en los partidos, podemos apreciar cierta estabilidad a lo largo de todo el año, sobre todo en los últimos seis meses. De todas formas, hay algunos cambios interesantes: uno por arriba, uno por el medio y otro por abajo.
La lucha por la primera plaza se recrudece. Con la convocatoria anticipada de las elecciones en Madrid el PP despegó en las encuestas. Creció más de 8 puntos en los meses posteriores, pasando del 21% de votos a inicios de marzo al 28-29% a finales de junio. Tras la paulatina caída desde julio hasta diciembre, el PP ha conseguido contener más de la mitad de los votos ganados en el periodo anterior (marzo-junio) y el balance final es positivo: 4-5 puntos porcentuales ganados desde marzo hasta hoy.
Pero la sensación en el PP debe ser agridulce, ya que termina el año empatado técnicamente con el PSOE —en el 26% de voto— cuando ha estado por encima en el promedio de encuestas toda la segunda mitad de 2021.
Estabilidad de la clase media. Los primeros tres cuartos del año, tanto Vox como UP se han mantenido estables sobre el 15-17% y 11-13%, respectivamente. Sin embargo, a partir del nuevo curso político iniciado en septiembre, Vox ha crecido 1,5 puntos (parte por la caída del PP) y UP alrededor de 1 punto —desde la llegada de Yolanda Díaz.
Pelea por la relevancia. Tanto Cs como MP están alrededor del 3% de voto. Ciudadanos se desintegra y está empezando a quedar sin representación en algunos parlamentos autonómicos. Más País, en cambio, vivió su luna de miel llegando a tener cerca del 5% de intención de voto al Congreso tras las madrileñas de mayo, aunque parece que esa opción se diluye.
Mantener representación en el la cámara les hace ser relevantes en la configuración de Gobierno y en los PGE, pero, por ahora, no lo tienen garantizado.
El siguiente gráfico muestra la diferencia —en punto porcentuales— entre la Derecha e Izquierda y el PP y el PSOE a lo largo de todo 2021. Como se puede apreciar, cuando Ayuso convocó las elecciones a la Comunidad de Madrid, las encuestas estatales de intención de voto empezaron a reflejar un nuevo escenario electoral.
Como ya hemos comentado anteriormente, tanto el PP como el bloque de la derecha en su conjunto empiezan a mejorar en las encuestas hasta llegar a su cénit a finales de agosto e inicios de septiembre de 2021. A partir de ahí, el Partido Popular empieza a sufrir un desgaste considerable, perdiendo la ventaja de 4 puntos que tuvo sobre el PSOE en julio —y que ahora se está por debajo del uno.
Si bien esto puede ser un problema para Pablo Casado, no lo es para la derecha. Ya que la intención de voto del bloque no ha variado en los últimos meses y la distancia que le separa de la izquierda es de 7 puntos porcentuales.
Es decir: Los votantes que dejan el Partido Popular votan por otra fuerza que compone el mismo bloque (principalmente Vox). Esto es, los flujos de votantes se dan intra-bloques, no entre bloques.
Estas son las transferencias de votos (qué votarían en las próximas elecciones lo que votaron X en 2019) más significativas a lo largo de esta legislatura.
Nota metodológica: Se tienen en cuenta todos los barómetros desde 2020 hasta hoy. Los resultados se ponderan para dar la mitad del peso a los últimos 3 barómetros y la otra mitad al resto de barómetros, con un peso exponencial decreciente. Se excluyen transferencias inferiores al 5%.
El bloque de la derecha se coordina en dos grandes partidos: Esto le beneficia electoralmente. Dos partidos grandes son más competitivos en provincias medianas y pequeñas, lo cual se traduce con más escaños que la competencia.
Cs retiene 1 de cada 3 votantes de 2019, pierde 1 de cada 4 en favor del PP y otros tantos se irían a la abstención.
Las transferencias entre PP y Vox favorecen ligeramente al partido de ultraderecha. Aunque el porcentaje de transferencias sea similar de un partido a otro (~10%), el número absoluto de votantes que recibe Vox del PP es mayor que las que recibe el PP de Vox (mismo % de transferencias pero distinto tamaño de partido).
Esto, además, parece acentuarse en los últimos sondeos —aunque habrá que esperar si se confirma la tendencia— a partir de la caída del PP en las encuestas.
La valoración de los liderazgos también ha cambiado a lo largo de 2021. Destaco tres puntos:
Actualmente, según el promedio de encuestas, Yolanda Díaz es la líder más valorada por encima de 4 puntos en una escala de 0-10. Su valoración se ha mantenido estable desde la dimisión de Pablo Iglesias al frente de UP y es la mejor valorada —junto a Pedro Sánchez— dentro de su bloque ideológico.
Sánchez es el segundo líder mejor valorado, con una media estable y cercana al 4. Al igual que Díaz, su valoración asciende a 7 puntos dentro de su bloque ideológico, con una ganancia neta de 3 puntos.
Pablo Casado tiene una valoración ligeramente superior a 3 puntos, pero, según el último barómetro del CIS, ni sus propios electores de 2019 aprueban al líder popular. Dentro de la derecha, su valoración asciende a 4 puntos (+1 punto neto), lejos de los incrementos que tienen entre los suyos los principales líderes de la izquierda.
¿Qué esperar de 2022?
Intentaré resumir lo que puede dar de sí el 2022 desde dos puntos de vista: el legislativo y el electoral.
Legislativo: El próximo año pueden salir adelante muchas medidas de corte progresista que gozan de un respaldo popular importante: la Reforma Laboral, Ley de Vivienda, Reforma de la Ley Mordaza etc.
La aprobación de estas leyes puede ser un buen reclamo para los potenciales votantes de los partidos que configuran el Gobierno. Habrá que ver quién capitaliza dichas leyes, quién las hace suyas, porque a pesar de ser un gobierno de coalición, en las próximas elecciones ambos compiten por espacios ideológico similares. ¿Puede esto lastrar la aprobación de ciertas leyes?
Electoral: 2022 es un año importante en lo electoral. Se disputan dos elecciones donde se espera que la derecha pueda ganar con facilidad y, en vez de sobre reaccionar a dichos escenarios (que, por otra parte, ya lo hará la propia derecha) a mi juicio es más interesante fijarse en estos dos puntos:
Los equilibrios dentro del bloque de la derecha. Vimos en las elecciones de Madrid que el PP absorbió una gran parte del electorado de Vox. En Castilla y León y Andalucía parece que podría suceder algo similar –aunque los perfiles de los candidatos en estos territorios distan mucho de Ayuso.
Parece que hay una especie de voto dual entre el electorado de ultraderecha. Vox crecerá en las autonómicas de Cyl. y And. respecto a las elecciones anteriores, pero parece que, según las encuestas tempranas, podría crecer menos de lo que está creciendo a nivel estatal.
Nuevos partidos procedentes de la España vaciada. El próximo año servirá para medir las fuerzas de las nuevas plataformas. Primero, veremos con que pie les ha cogido el adelanto electoral en Cyl. y, después, veremos si se confirma o desmiente la estrategia de presentarse en todas las provincias de And. Creo que esta intención no es la más acertada de cara a 2023, pero, desde luego, marcará un antes y un después en las estrategias electorales de distintos partidos políticos, ya que EV será clave en la nueva configuración del Congreso.
👋 Esto ha sido todo por hoy. Gracias por llegar hasta el final. A disfrutar lo máximo las vacaciones navideñas, pero con precaución.
🎄 Feliz navidad, Eguberri on, Bon nadal, Bo nadal.
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