📊 Por qué España Vaciada no debería presentarse en todas las provincias
También hablamos de PRECISA.
👋 Hey, ¿cómo va eso?
Mi nombre es Endika Nuñez y en esta newsletter, La Review, compartiré contigo un análisis semanal de la actualidad a partir de los datos.
Esta semana hablaremos de una posible candidatura única España Vaciada (EV) a nivel estatal y por qué creo que no deberían presentarse por todas las provincias en las próximas elecciones generales.
¿Por qué este tema? Es uno de los temas más interesantes de cara a las próximas generales: por su potencial carácter disruptivo y por ofrecer una alternativa electoral en el peor momento de desafección política.
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💡Spotlight: “Muchas dudas y pocas certezas en la estrategia de España Vaciada de cara a 2023”
Cada semana nos dan una pista.
Primero anunciaron que España Vaciada se presentaría a las próximas elecciones generales como una candidatura conjunta, conformando una organización que aglutine más de 170 plataformas y que “sumen para trabajar conjuntamente por un reequilibrio territorial y demográfico de España”.
Después, Tomás Guitarte, Diputado de Teruel Existe (TE) en el Congreso, en unas declaraciones recogidas por Europa Press, dijo que “la voluntad es concurrir a todos los procesos electorales”, haciendo referencia a un posible adelanto electoral en Andalucía.
Esto último me genera muchas dudas, pero antes de pasar a analizarlas, unos apuntes sobre las certezas que tenemos sobre este nuevo proyecto.
Es plausible pensar que una plataforma que reivindica el equilibrio demográfico y territorial —uno de los temas estructurales todavía por abordar—pueda tener cierto éxito electoral. Teruel Existe, en sí mismo, es el reflejo de todo ello.
La simple idea de que puedan presentarse en varias decenas de provincias es el dulce deseado por los cafeteros de la política estas navidades. ¿Cuántos escaños podrían obtener? Pues, seguramente, muchos; sobre todo si tenemos en cuenta de que un puñado de escaños puede ser determinante en el Congreso.
Aquí una pieza de El País para contextualizar distintos escenarios electorales.
Conocemos que, en aquellas provincias de entre 3 y 5 escaños (25 en total), poco pobladas y principales danmificadas por la despoblación, es más “barato” conseguir representación. En estos territorios necesitarán ser al menos tercera fuerza en votos para conseguir un escaño, y, aunque habrá que analizar cada circunscripción con más detalle, en muchas de ellas —salvo en los territorios con fuerte presencia de partidos nacionalistas— se jugarán el último diputado con Vox y/o UP.
Otra certeza, quizá la más importante, es que en las elecciones de 2019 hubo un giro hacia los partidos regionalistas en muchas provincias —esto es: ex votantes de partidos estatales en 2016 cambiaron el voto por partidos de carácter provincial o autonómico—, sobre todo en aquellas con presencia de partidos nacionalistas e independentistas.
Este cambio de tendencia es interesante, ya que habíamos observado una “estatalización” del voto desde la llegada de los nuevos partidos en 2015.
Muchos votantes cambiaban su voto entre las elecciones generales y autonómicas durante la etapa 2016-2020, optando por partidos estatales para el Congreso y partidos regionales para el Parlamento Autonómico. Esta dinámica se frenó en 2019, con tasas de desafección muy altas y tras cuatro intensos años de política que supuso un gran desgaste para todos los partidos y líderes, pero también para los ciudadanos.
Hace apenas un par de años, el voto “regionalista” creció en muchas provincias, alcanzando los mejores registros históricos en algunas de ellas. Sirven como ejemplo todas las provincias vascas y catalanas, pero también otras como Teruel, Cantabria o Melilla, por citar algunos casos más.
Podemos ver en el gráfico de transferencias que el flujo partido estatal → partido regional se está acrecentando desde 2019. En 2011, cerca de 1 de cada 4 (25%) personas dejaron de votar a partidos estatales para apoyar a los regionales, las mayores transferencias observadas por el CIS desde los ‘90.
Posteriormente, tras la irrupción de nuevos partidos —UP y Cs— en la escena política estatal, se revierte la tendencia y las transferencias a favor de los partidos provinciales y comunitarios se reducen a 1 de cada 7 (15%). A pesar de ello, la composición de Congreso es la más plural de las últimas décadas, con 11 de 16 partidos representados no-estatales, con un total del 15% de voto y 12% de escaños.
A día de hoy, se observa una clara recuperación del “regionalismo”. Los flujos vuelven a crecer a su favor y la tendencia es clara.
Sabiendo todo esto, me vienen a la cabeza algunas preguntas/respuestas:
¿Cuándo la tendencia ha sido virar hacia partidos de carácter regional, por su capacidad de representar mejor los intereses del territorio, es decir, los problemas de kilómetro 0, por qué iban a plantearse una candidatura estatal y presentarse en todas las provincias?
Presentarse en las circunscripciones con menos densidad de población podría ser suficiente para conseguir ser influyente en la próxima legislatura, tanto en la investidura, la aprobación de presupuestos o la composición del nuevo Gobierno.
¿Pueden articular un discurso, centrado en el equilibrio territorial, en provincias medianas —como Bizkaia, A Coruña, Zaragoza o Almería, e.g.— atractivo para los votantes? ¿Y en los territorios que no sufren la despoblación?
El propio Guitarte decía que “no hace falta pasar hambre para estar en contra del hambre en el mundo”, como recoge Newtral. Eso sí, hay que tener en cuenta la ley del kilómetro sentimental: nuestro interés hacia un problema es inversamente proporcional a la distancia que nos separa ella.
¿Qué coadros y estructura territorial tienen esas plataformas que conforman EV como para competir y asentarse como alternativa electoral en el territorio?
Parte de la caída en intención de voto de UP y Cs, que llegaron a superar —en su cenit— el 20 y el 15% de los votos, respectivamente, fueron las peleas internas y la falta de estructura territorial lo que no permitieron frenar su caída.
La estructura es indispensable, no tanto para competir por primera vez en unas elecciones, pero sí para sobrevivir en el tiempo. Los cambios necesarios para afrontar un problema estructural, como es la despoblación en España, son difíciles de abordar en una o dos legislaturas.
¿Qué posición ideológica tendrán y qué políticas públicas desarrollarán? Es decir, si presentan una “propuesta de país”, les tocará ir más allá de las reivindicaciones de la España despoblada (como educación rural, infraestructuras, sostenibilidad ambiental…).
Entonces, ¿cómo se posiciona una plataforma de diversas procedencias en cuestiones ideológicas del día a día en el Congreso? Navegar entre estos debates les podría perjudicar electoralmente, y no dudemos de la capacidad de los rivales políticos para poner estos temas en agenda.
Estas son algunas reflexiones que me suscitan las noticias que voy leyendo estos días sobre España Vaciada, plataforma electoral que viene a jugar un papel importante en el Congreso con más diversidad territorial de los últimos 40 años.
🍆 El berenjenal
Últimamente publicar semanalmente la newsletter se me está haciendo difícil, aunque la idea sigue siendo hacer una entrega semanal, si otros compromisos me lo permiten.
Las últimas semanas, como ya sabéis, he estado liado con el proyecto PRECISA. Hemos ido avanzando diferentes píldoras, análisis —como este, este o este— y artículos.
(Nos habéis comentado muchos sobre la disponibilidad de los datos y documentación de PRECISA. Deciros que estamos ultimando la documentación y actualizando los últimos datos disponibles para su publicación. En cuanto tengamos, ya os aviso.)
Por si no lo has visto, decirte que durante la semana pasada e inicios de esta hemos publicado en elDiario.es una serie de análisis bajo el siguiente rótulo: 30 años de transformación de la política española.
Aquí te las adjunto, junto con un gráfico:
Sexo, religión, edad o estudios: cómo ha cambiado el perfil del votante según el CIS | elDiario.es
Con Rajoy, la corrupción; con Sánchez, la economía: la evolución de las preocupaciones ciudadanas, según el CIS | elDiario.es
Un mundo bipartidista que colapsó: cómo refleja el CIS el cambio a la fragmentación política | elDiario.es
La importancia de las mujeres y el papel de los jóvenes: quién compone la bolsa de votantes de cada partido | elDiario.es
👋 Esto ha sido todo por hoy. Gracias por llegar hasta el final, nos leemos la semana que viene. Buen finde.
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