Esta newsletter es diferente, más personal, y responde a la necesidad que tengo de exteriorizar las sensaciones que me producen los últimos acontencimientos políticos y sociales.
Creía que iba a ver como preocupante que una ley tan importante se aprobara sin aceptar la voluntad de los parlamentarios. Que una persona vote telemáticamente, vea que se ha equivocado, se desplace al parlamento para que ANTES de la votación se cambie el sentido de su voto y no se permita parece gravísimo. Eso es lo que constatan esas portadas.
Primero, hay una tendencia antidemocrática que consiste en “convencer” a políticos de otros partidos para que incumplan su disciplina de voto. Segundo, porque el diputado del PP votó lo que votó, con doble confirmación telemáticamente. El que se equivocó fue él, nadie más.
Fíjese si está usted desorientado que lo antidemocrático es la disciplina de voto. Es inconstitucional, Título III de la Constitución.
Que los partidos políticos españoles no dan la talla, lo sabemos. Que encima los ciudadanos que aspiran a analizar la vida política hayan asumido la visión partidista es preocupante. Así lo entiende la Constitución española y la mayoría de las constituciones: el miembro de las Cortes responde exclusivamente como representante del pueblo, no del partido.
Tu visión es de parte, como la mía o la de cualquiera.
Los diputados no se escogen a título personal, se vota a una lista cerrada de un partido. El escaño le pertenece, pero estas ahí por el partido, por lo que si incumples la disciplina de voto te puede acarrear consecuencias.
No pienso discutir sobre lo que ocurrió en el Congreso, creo que quedo patente.
Se puede tener visión de parte pero los hechos son tozudos. La disciplina de voto es antidemocrática e inconstitucional. Si la quiere defender, está en su derecho.
Como dice el autor, hay que tener cuidado con las palabras. Decir que la disciplina de voto es antidemocrática, es situar a la mayor parte de democracias europeas en situación de ilegitimidad. Y llevado al extremo, ¿por qué no violentar el sistema por la fuerza si es ilegítimo? Esto va por todos los que cuestionan el compromiso de 1978 y la Constitución y sistema que surge. Es mejorable, pero no es antidemocrática.
Cuidemos los términos. En ello nos puede ir la estabilidad democrática.
Título III de la Constitución. Es inconstitucional el mandato imperativo. Lo dice la Constitución, a ver si la Constitución es antidemocrática según ustedes y no nos hemos percatado. Ahí está la clave para distinguir una partitocracia, una oligarquía, de una democracia. Hay que estudiar un poco.
Creía que iba a ver como preocupante que una ley tan importante se aprobara sin aceptar la voluntad de los parlamentarios. Que una persona vote telemáticamente, vea que se ha equivocado, se desplace al parlamento para que ANTES de la votación se cambie el sentido de su voto y no se permita parece gravísimo. Eso es lo que constatan esas portadas.
Primero, hay una tendencia antidemocrática que consiste en “convencer” a políticos de otros partidos para que incumplan su disciplina de voto. Segundo, porque el diputado del PP votó lo que votó, con doble confirmación telemáticamente. El que se equivocó fue él, nadie más.
Equivocarse no es delito, prevaricar sí.
Fíjese si está usted desorientado que lo antidemocrático es la disciplina de voto. Es inconstitucional, Título III de la Constitución.
Que los partidos políticos españoles no dan la talla, lo sabemos. Que encima los ciudadanos que aspiran a analizar la vida política hayan asumido la visión partidista es preocupante. Así lo entiende la Constitución española y la mayoría de las constituciones: el miembro de las Cortes responde exclusivamente como representante del pueblo, no del partido.
Otra cosa es no creerse la democracia.
Tu visión es de parte, como la mía o la de cualquiera.
Los diputados no se escogen a título personal, se vota a una lista cerrada de un partido. El escaño le pertenece, pero estas ahí por el partido, por lo que si incumples la disciplina de voto te puede acarrear consecuencias.
No pienso discutir sobre lo que ocurrió en el Congreso, creo que quedo patente.
Saludos.
Se puede tener visión de parte pero los hechos son tozudos. La disciplina de voto es antidemocrática e inconstitucional. Si la quiere defender, está en su derecho.
Como dice el autor, hay que tener cuidado con las palabras. Decir que la disciplina de voto es antidemocrática, es situar a la mayor parte de democracias europeas en situación de ilegitimidad. Y llevado al extremo, ¿por qué no violentar el sistema por la fuerza si es ilegítimo? Esto va por todos los que cuestionan el compromiso de 1978 y la Constitución y sistema que surge. Es mejorable, pero no es antidemocrática.
Cuidemos los términos. En ello nos puede ir la estabilidad democrática.
Título III de la Constitución. Es inconstitucional el mandato imperativo. Lo dice la Constitución, a ver si la Constitución es antidemocrática según ustedes y no nos hemos percatado. Ahí está la clave para distinguir una partitocracia, una oligarquía, de una democracia. Hay que estudiar un poco.